Hace 7 años solo tenía mi teléfono y un gran deseo de tomarme fotos. Después llegó el sentimiento de querer tomarle fotos a todo a mi alrededor porque sentía que era especial y que tenía que capturar ese momento. Ahora, con una cámara fotográfica profesional, puedo decir que el sentimiento sigue siendo el mismo: el ver una flor o una simple hoja y pensar en cómo puedo tomarle una foto para proyectar el sentimiento que me transmite.
Pero en esos 7 años pasé de tomar fotos sin ningún enfoque más que el emocional, a aprender sobre encuadres, posiciones, poses, reglas y los muchos tipos de fotografía, sin ningún maestro o alguien que me enseñara o siquiera entendiera lo que yo sentía con la fotografía.
Mucho tiempo, solo mi teléfono y yo nos entendíamos con la nueva pasión que despertó en mí. Mi primera herramienta para aprender a tomar una buena foto fue YouTube. Gracias al cielo, y a Tim Berners-Lee (el creador de internet), pude encontrar a quien sería mi maestro y mi guía: el señor Zeta. Después encontré a Marcos Alberca; ellos dos se convirtieron en mis guías y lo siguen siendo. Me ayudaron a aprender la composición fotográfica, la regla de los tercios y todo desde mi teléfono.
Yo pensaba que para ser una buena fotógrafa era necesario tener el mejor equipo, pero el señor Zeta y Marcos Alberca me enseñaron que no era así, que con mi teléfono y mucha imaginación podía hacer maravillas. Sobre todo, me enseñaron que tenía que salir y aventurarme a fotografiar todo lo que pudiera. Así, con la práctica, mejoraría y perfeccionaría muchas cosas.
Al ver mis primeras fotografías, me doy cuenta de cuánto aprendió y de los errores que cometía en mis inicios. Con esto quiero transmitirte un mensaje muy importante: no hace falta tener el mejor equipo para comenzar. Con tu teléfono móvil o cualquier cámara que tengas, no importa si es de marca o si no es profesional, lo que realmente importa es tu pasión por la fotografía. Anímate a empezar, a tomar fotos con amor y dedicación. Puedes aprender desde casa con videos o blogs como este, y lo más importante, dar ese primer paso. Esa foto que tomes hoy podría ser la primera de muchas imágenes increíbles que capturarás a lo largo del tiempo. ¡No dudes en comenzar tu propio viaje fotográfico!